Hace aproximadamente un mes, recibí de Juan José Tapia Urbano el regalo de su
segunda novela, titulada El tercer final.
La obra venía avalada por la obtención del Primer accésit en el Premio NQP de
Novela 2012, organizado por Galeonbooks.
El autor, al que no conocía hasta ahora, fue con su primera novela, Enarmonía, uno de los diez finalistas
del Premio Planeta en 2007. Así que me decidí a aceptar su amable invitación de
acompañar a través de las páginas a Numerio Fabio y su familia en la lucha por
mantenerse unidos frente a las amenazas del conflicto histórico que llamó a su
puerta.
En el año 45 a.C., la república de Roma se hallaba inmersa en
una guerra civil que habría de tener su desenlace en tierras de Córdoba. La
batalla de Munda puso punto final a la larga disputa. En la novela de Juan José
Tapia, por encima de la crucial batalla, se narra lo oculto para la Historia,
la implicación de esta en la vida de las personas sencillas que tan solo
deseaban vivir de un modo pacífico, alejados de las intrigas de la metrópolis y
que, sin embargo, acabaron viéndose obligados a involucrarse.
La ubicación de la antigua ciudad de Munda es aún a día de
hoy fruto de controversias, pero son muchos los historiadores que la sitúan en
las proximidades de la actual Montilla, en los llanos de Vanda, igualmente
próxima a Nueva Carteya, la localidad cordobesa donde nació el autor.
Precisamente, es esta proximidad la que hizo que Juan José Tapia se interesase
por este episodio histórico y acabara usándolo como marco para el desarrollo de
su novela.
El tercer final comienza con la interrupción de una
conferencia de Susana Ibáñez, profesora de Historia Antigua de la Universidad
de Córdoba, con un mensaje crucial: "Lo hemos encontrado". El
hallazgo de un anillo de origen romano, un sello con las iniciales de un
supuesto decurión de la ciudad de Munda, parece desvelar a su vez el enigma de la
ubicación geográfica de dicha urbe antigua, clave para los historiadores por
ser la ciudad último testigo de la batalla final contra el triunfador Julio
César, germen de lo que años más tarde
culminaría con el fin de la república y el comienzo del imperio.
Inmediatamente, Susana acude a la finca donde se ha producido
el hallazgo y en la que también conoceremos a José Antonio, profesor de
Historia Antigua de la Universidad de Sevilla, con quien la cordobesa discrepa
sobre la situación de Munda, y a Elena Rivera, periodista interesada en
publicar la exclusiva del descubrimiento. Más tarde, reunidos en una cena, los docentes
explicarán a Elena, y paralelamente al lector, los antecedentes históricos
necesarios para entender la relevancia del anillo hallado, a la vez que nos
contextualiza el relato de los hechos que seguirán.
Una vez puestos en situación, a partir del capítulo cuarto,
la novela nos remite a la época romana y al relato de las vidas de los
personajes que se ven sorprendidos por la guerra. Avanzando las páginas
encontraremos una serie de intrigas, traiciones, ambición… y, en medio de todo,
el amor de los jóvenes Claudio y Marco.
El tercer final es una muy buena clase de Historia, en tanto
en cuanto muestra de manera muy didáctica las costumbres, las clases sociales…
en conclusión, el modus vivendi y modus operandi de los habitantes de la
república romana. Pero también es, sobre todo, un buen retrato de los
sentimientos humanos que no entienden de épocas ni de siglos, experimentados
por unos personajes muy bien definidos y desarrollados coherentemente con su
propia personalidad. De hecho, quizás lo más importante de la obra sean los
propios personajes, ninguno de los cuales adquiere máximo protagonismo,
resultando una novela coral magnífica. Más que una novela histórica, me parece
una novela humana, de sentimientos y vidas. Tampoco es una novela bélica, sino
un relato de ambiciones y deseos personales, retratos personificados de amores
y odios, virtudes y vicios.
Es destacable el sorprendente final que cierra de manera perfecta
esta historia de individualidades comunes.
En conclusión, la lectura ha resultado atractiva e interesante. La prosa es impecable y elevada; quizá el narrador resulte demasiado formal en ciertos momentos, lo que creo puede provocar a veces frialdad en el lector y lentitud en el ritmo del relato. Llama la atención que la idea que te haces al inicio de la novela no corresponde en absoluto a lo que luego se desarrolla. Por ejemplo: al principio parece que va a ser una novela de tesis, lo que más tarde descartamos absolutamente; y los capítulos iniciales ambientados en nuestra época con el hallazgo del anillo pueden llevarnos a la idea errónea de que la novela se desarrollará en saltos alternativos de tiempo, cosa que luego no ocurre. Los personajes iniciales (Susana, José Antonio y Elena) no vuelven a aparecer, por lo que su sentido no es más que el de introducirnos desde nuestra contemporaneidad en antecedentes para el relato central. Personalmente, creo que la novela hubiera ganado añadiendo algún epílogo protagonizado por los profesores y la periodista, en el que se justificara ante el lector el desarrollo de los primeros tres capítulos.
La novela ha sido publicada en formato digital por la
editorial Galeonbooks, y está disponible en su página web www.galeonbooks.com por un precio
realmente asequible. Os invito a conocer más sobre ella y su autor en el blog
del mismo: http://jjtapia.blogspot.com.es/
Agradezco sinceramente a Juan José Tapia el regalo de su
novela, con la cual he disfrutado mucho, y le animo a seguir dándonos historias
tan bien fundamentadas como esta.
2 comentarios:
La reseña me ha gustado porque señalas tanto puntos positivos como adviertes de cuestiones que al lector pueden agradar más o menos. Este género lo tengo algo abandonado, de modo que me viene bien como candidato para cuando lo retome. Un beso
Estoy con ella y tu reseña me anima a continuar, pues aunque me está gustando, como bien dices el principio asemeja una exposición de datos... hechos...
Veamos que impresión me queda cuando la acabe.
Un besin
Publicar un comentario